
La factoría china sigue dándonos temas para rajar. Es curioso cómo esta superpotencia mundial se niega en algunos aspectos a permitir que su sociedad conecte con el mundo occidental (y viceversa), pero en otras cosas, como ésta que vemos aquí, parecen anhelar vivir en otra época y con otra cultura. Un promotor chino está construyendo 172 mansiones de lujo en las afueras de Pekín. Los palacetes, aparte de costar un potosí, están inspirados en los castillos franceses del siglo XVII. El personaje en cuestión, el señor M. Wang ha dispuesto un complejo residencial compuesto por casas de entre 1.500 y 3.000
m2 que cuentan entre otras cosas, con un hall de 8
m de alto o una sala de proyecciones, pudiendo además escoger entre seis tipos de fachadas distintas. Otros servicios adicionales son la posibilidad de disponer de aviones privados o servicio de maîtres (versión ricachona del catering cutre, vamos). Todo ello a partir de 2 millones de €uros. No se si encargar media docena para los colegas…
Supongo que el citado promotor, así como los futuros habitantes de las mansiones, serán fieles defensores de aquélla frase popular que dice que el dinero no da la felicidad, pero te puede acercar a ella.
octubre 4th, 2006 on 12:45 am
Yo prefiero llorar en un ferrari, aunque manche la tapiceria
octubre 4th, 2006 on 9:19 pm
Los chinos son la amenaza oriental son mogollón y saben hacer de todo bueno bonito y barato.
Con tu permiso me e echo eco de un post anterior tullo. Gracias
octubre 5th, 2006 on 4:12 pm
Gracias por la reseña en tu blog. Esperamos verte mas vec es en los comentarios.
Señor B